la clave del sol

Disuelve en el todo el violín que abraza la seda fuerte del corazón de la música.

Mírala… gigante de sencilla y esperando una salida, humana redención de lo que es para siempre, sin sensaciones reprimidas.

Mi mano sobre la espalda blanca de la nieve, rompiendo, rasgando, muy  despacio el magma, la piedra, el estropicio de los funerales de un siglo acabado de comerciantes inescrupulosos.

Se arruinaron las nobles causas, y el agua ya no importa, si caminas junto a los que aprovechan el impulso para treparse sobre las cabezas y llegar a lo alto y al final de la ola.

Pero en los mares acarician los instantes de la devoción que apremia y late.

El fondo de tus ojos: el principio del fuego y del agua.

 El final jugado humano, sereno fuelle, juegan las aves ruiseñores, y en la nieve tantos tocaron la final canción, y aun continua,  acaparando tuertos, yemas de dedos sangrando, en los calabozos, y sobre todo lo sublime, sagrado la vibración del universo, el significado de todo, el sin sentido de la nada. Lo último, lo primero.

Música derramada sobre las rosas de todo el mundo, sobre todos los colores, tiemblan sobre todos los intelectos, y esperanzas…una mirada, el origen de todo...música, redención, tumbas futuras, muertes de hoy, prisioneros del silencio…y ya que palabra importa?…solo la caricia concierto de turquesas añoranzas y  el vacio llenado, de rojo y transparente frenesí.

Sobre los techos, sobre las almas, sobre el tiempo, sobre nosotros…todo es música. Todo eres, todo suena y dibuja y conmueve.

Recuesto mi cabeza sobre tu torso de raso blanco iluminado y me inundo de la música que resuena en cada porción de nuestro ser… así la eternidad y el infinito se resume al instante de la partitura de aire que construyen la mirada de los amantes de la vida …y sonríe, y luego, ruedo colina abajo llena de libertades y carcajadas, pues toda mi vida fue directa y certera impulsada al centro del corazón que tienes por delante, en tus manos… de mi haces eso…eso que llaman magia, eso que llaman vida, eso que late y late… humana sensación de ser uno solo en dos compases  de armonías, sincronía… como cuando la ola se retira de la arena y la espuma besa la boca de la tierra.

Así...como recostarme en tu alma, y flotar, etérea con alas de viento, desarmando cualquier esquema ,  viajando  a otra dimensión, buscando con los ojos que estés aquí, en cada paso que doy, en cada gesto que soy.

Y entonces, amor de mil vidas, me tomas de sorpresas y del rostro, besando mi frente, ampliando los horizontes, y comprendiendo que siempre tu mano será mi música y que en ti, luz de todos los fuegos puedo finalmente ser, sin nombre, ni edad, ni historia, ni nadie, siéndolo todo, siéndolo nada…un cero infinito, dimensión sin tiempo…amor, suave... otra vez, como siempre, inundas el glóbulo, y llevas a esta niña a su pureza de ser siempre sonidos…si en ti despierto, si en ti soy…este preciso momento del viaje…pura música es mi amor.