Se pierden entre las piedras pequeñas, ellos abanican con sus blancas manos y se quejan de llenos y de espíritus santos.
Claustrofobia estalla entre tanto léxico de trampas y leyes.
suelto de pura confiada.
Y no te entiendo mundo.
Pero te comprendo vida.
llama la frescura.
yo me voy de aquí.
porque suenan los tambores
y cada golpe es un glóbulo
que baila cumbia y mapale,
con los brazos en alto.
escribo en la esquina del tango.
y abrazo una a una las estrellas
que hemos hecho nacer.
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