Resurgir, aprontando las ofrendas.
Respirar en sentido circular.
Imaginarte en el abrazo, apostando esperanzas.
Sueña que sueñan los panaderos,
Esparciendo trigo y semillas.
Si los precios son incalculables de sencillez.
Amasa la sangre, sin azúcar.
Ruega por los hombres.
Ruega por las mujeres
Aparece desalambrando la pluma.
Recupera de pie la dignidad aun con un balazo por la espalda.
Y aquí, ahora, te sigo…intuición sagrada de lo certero.
Nuestra mano que todo hace.
Tu sol que todo alumbra.
Mi luna que se mueve hacia el cambio cotidiano.
Alegría desperezando la semilla.
Milagro constante de estar vivas.
La magnánima sensación del todo en cada parte.
Y tú en poesía… despidiendo lo que ya no está.
Y tu sangre fluyendo vendaval
Al centro del ser.
Ven. Abrázame.
Ven. Vamos.
El latido está llamando.
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